¡Buenos días por la mañana! ¡Qué bien me ha sentado el finde, por Dior! Estoy medio grogui y con cero ganas de trabajar pero seguro que me recupero pronto, porque he cargado las pilas muy mucho.
Hoy voy a compartir una recetilla muy simple que me pedisteis varios la semana pasada cuando puse la foto en mi Instagram @anitacomesano y que es sencilla no, lo siguiente, pero resultona. Eso sí, es una receta fit, con todo lo rabioso de esa palabrita que a muchos no nos gusta pero que utilizo para aclarar las cosas: igual que ocurre con los gofres o las tortitas, esto no es un bizcocho como el bizcocho de yogur de limón de toda la vida, pues no lleva harina ni aceite ni azúcar, así que tenéis que comprender que no se puede comparar.
Eso sí: si os preocupa comer bien o simplemente optáis por eliminar de vuestra vida diaria alimentos poco nutritivos como la harina o el azúcar, este puede ser un buen bizcocho para desayunar cualquier día. Está rico, la textura es estupenda, lo puedes dejar preparado desde antes y llena un montón, sin llevar poco más que huevo y avena.... Vamos allá.

Ingredientes (para un molde alargado de bizcocho de unos 25 centímetros):
100 gramos de harina de avena (copos de avena molidos)
2 huevos
250 gramos de claras de huevo
1 cucharadita de levadura royal
Esencia de vainilla al gusto
Aceite de coco para engrasar el molde
(Yo no le pongo edulcorante ni azúcar, pero si os gusta dulce lo necesitaréis)
Preparación:
Batimos las claras a punto de nieve, en mi caso lo hago con una varilla eléctrica y suben en un momento poniéndola primero a velocidad baja y luego alta. Cuando las claras están montadas, cambio a una varilla manual y voy añadiendo los huevos, la harina de avena, la levadura y la esencia de vainilla, procurando que las claras no bajen.
Engrasamos el molde con aceite de coco, que siempre le da un poco de sabor y aroma, vertemos la mezcla y metemos en el horno unos 20 minutos a 180-200 grados, según lo potente que sea vuestro horno.
De ese bizcocho saco tres raciones de desayuno y está riquísimo, mucho mejor si le pongo fruta, mermelada o miel sobre las rebanadas porque, como habéis visto, no lleva endulzante, pero la mayoría de las veces me lo llevo al trabajo y lo tomo sin nada y me sabe igualmente estupendo.
Si lo hacéis de otra forma y os sale bien, compartidlo, aunque creo que el toque de las claras a punto de nieve es insuperable. Y si probáis éste, decidme qué tal os sale y qué os parece! ;)
Que rico se ve, buena receta, te invito a que te pases por mi blog http://pedazovirtual.blogspot.com/ apenas estoy empezando y agradecería tu apoyo. Un saludo =)
ResponderEliminarVoy!
Eliminarque ricoooo! tiene muy buena pinta!
ResponderEliminara ver si me animo a hacerla! si la hago ya te comentare... jiji!
gracias por compartir!!
besote!
LP
Eso, si lo haces cuéntame!!!!
EliminarQué bien que hayas vuelto... bueno, para ti igual no tanto, jejeje.
Un beso!!!!
Abriremos el horno en cuato se vaya este caloooor!!
ResponderEliminarGracias Ana por la receta! ;)
Jeje yo no puedo prescindir del horno ni en verano!!!!! :P
EliminarMe apunto la receta y esta semana la hago, que a mi los bizcochos de avena me quedan textura "mazacot",¡¡¡este tiene buena pinta!!!. GRACIAS!!!
ResponderEliminarGuening
A ver qué tal te queda, la clave es batir las claras. ;)
Eliminaryo también lo hago así, aunque hago un molde más pequeño y le pongo un huevo y tres claras, y sí el secreto es ponerlas a punto de nieve, tampoco le pongo edulcorante, pero si bien de canela o ralladura de limón que me encanta. Y total las veces que lo hago es para mojar en el café,jijij, así que me da igual que no esté dulce
ResponderEliminarSí, canela o limón creo que también es una buena idea, lo probaré!! Aunque me pasa lo mismo: lo mojo en el café y está muy ricooo
EliminarEsta semana lo hago fijo!!!
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