Hace tiempo que quiero publicar un post hablando de este tema porque desde que me intereso tanto por el tema de la alimentación y nutrición y por la dieta razonable, he descubierto algo que nunca me había planteado antes y que, aunque no haya sido en un grado extremo o no me haya preocupado muchísimo, he padecido: comer a escondidas.
Todos sabemos que la anorexia y la bulimia son trastornos relacionados con la conducta alimentaria pero yo, hasta hace muy poco, no sabía que había otros. No conocía el trastorno por atracón ni me había planteado que comer a escondidas pudiese ser una patología en sí misma.
El trastorno por atracón, del que Nitanhealthynitanfit habla a menudo con gran autoridad no sólo porque es nutricionista sino también porque lo ha sufrido, consiste básicamente en eso: en darse atracones y comer hasta reventar, a solas, de forma recurrente y sintiéndose fatal después. Es parecido a la bulimia pero sin vomitar.
Cuando ella habla de eso, siento que eso nunca me ha pasado, creo que nunca he comido tanto como ella describe, es decir, sí me ha pasado no poder renunciar a un donut de chocolate y comerme los seis del paquete a escondidas pero nunca me he comido esos seis donuts seguidos de una bolsa de patatas, un tubo de galletas, un plato de pasta, tres latas de sardinas y dos napolitanas de chocolate.
Sin embargo, hace poco leí sobre otras patologías alimentarias y me sentí muy identificada con esa que consiste en comer a escondidas. Yo creo que esos seis donuts siempre me los he comido sola y me he sentido mal después, hubo temporadas de mi vida en los que me compraba a diario gominolas en Frutos Secos El Rincón (los de Zaragoza me entenderéis porque es muy difícil resistirse habiendo uno cada cincuenta metros) y siempre siempre siempre me las comía a escondidas. Recuerdo ir en el autobús metiendo la mano en el bolso y no sacando la bolsa de chuches y comiéndomelas a la vista de todos.

Ahora podría decir que no lo hago nunca y que la mayoría de las veces cuando me paso lo hago sin culpabilidad, pero sería sincera sólo en parte, porque aunque el 99,9% de las veces es así, aún ahora alguna vez voy a comprar al súper otra cosa y me compro chuches y las escondo del Bigotes, ¡como si él fuese a decirme algo... como si él pudiese decirme algo!
Leyendo sobre el tema y después de haberme visto reflejada en esa conducta patológica de comer a escondidas, he reflexionado y creo que eso lo hacía (o lo hago) porque sé que no es lo que quiero, sé que eso no está bien, pretendo hacerlo todo correctamente y hay cosas que se me escapan y no puedo controlar. Reducir esta conducta a la mínima expresión es, en mi caso, la clave para comer mucho mejor y últimamente cuando alguien me pregunta qué hacer para comer sano siempre lo pienso: lo primero es socializar la comida pecaminosa.
Si estoy sola, como bien, sano, sin pasar hambre, a gusto, disfruto de una dieta saludable y de cosas ricas y sanas que me encantan. Si estoy acompañada no me importa tomarme unos vinos, unos pasteles, unas chuches en el trabajo o unas pipas viendo una peli. Pero lo que considero que no puedo hacer en público, no quiero hacerlo en privado y de la misma forma que no vería normal tomarme una botella de vino yo sola y guardarla corriendo si viene alguien, no es normal comer chucherías y dejarlo en cuanto llega quien sea para aparentar lo contrario.
Venga, y ahora es vuestro turno, que aunque de esto no se habla, no creo que sea la única. ¿Habéis comido alguna vez a escondidas? ¿Os lo habíais planteado? ¿Os veis reflejadas en alguna de estas patologías? ¿Por qué es tan difícil tener una relación sana con la comida? ¡Contad vuestra experiencia!
Hola, pues a mí también me pasa que ese tipo de cosas no saludables no me gusta comerlas a la vista de nadie, pero ni tan siquiera cuando estoy con más gente. Si por ejemplo, quedamos las amigas para un café tranquilo el finde y ellas piden un pastel yo nunca pido porque no me gusta que me vean comer algo así, y sin embargo en casa lo como pero normalmente no delante de mi marido. No se explicar muy bien porqué. Un post muy interesante.
ResponderEliminarInteresante, ahora te queda darle vueltas y preguntarte por qué! ;)
EliminarPufff, es complicado... Yo creo que todos hemos comido a escondidas por "vergüenza". En mi caso, yo no me escondo, pero si me corto un poco cuando no estoy sola. Es decir, si estuviera sola me comería 8 donuts, pero si estoy acompañada, como mucho me como uno, o incluso lo cambio por una pieza de fruta.
ResponderEliminarInteresante el tema, muy interesante....
¡Es que me parece súper revelador! ¿Qué sentido tiene esconderlo si todos lo hacemos, verdad? Gracias por contar tu experiencia!
EliminarTotalmente identificada, lo de comer a escondidas lo he hecho toda la vida (y sigo haciéndolo aunque no debería). Intento llevar una alimentación sana porque no quiero embotarme las arterias y porque, reconozcámoslo, me sobran unos 10 kilos cogidos tras los embarazos que me quiero quitar sí o sí. Sin embargo, me he visto en más de una ocasión comprar donuts foundant (o los de toda la vida, que tampoco les hago ascos) en mi panadería de siempre y ralentizar el paso hasta casa para que me de tiempo a comerlos (los dos, sí, los dos) antes de llegar. Es estúpido, lo sé, mi marido no me va a decir nada por comerlos (faltaría más), pero como yo misma no paro de decir que no me veo bien, que me sobran kilos, que tengo que perder peso sí o sí, me siento tan culpable de comerlos que no quiero reconocerlo delante de nadie. Para conseguir mi objetivo me falta controlar esas ingestas compulsivas y encontrar hueco en mi agenda diaria para hacer algo de deporte y quemar calorías (cosa que no me resulta fácil entre el trabajo, la casa y los niños). Muy buena entrada y muy buen blog. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, Leticia. Me encanta que me contéis vuestra experiencia porque la verdad es que nunca he hablado de ello con nadie y no sé hasta qué punto es habitual! El otro día compré gominolas y cuando llegó el Bigotes se lo conté y me las comí delante de él, esa tontería creo que para mí significa mucho, pero como nadie habla de ello, antes ni me lo había planteado. ;)
EliminarÁnimo con esos objetivos! Mua.
Pues sí. Como a escondidas a veces. Yo no tengo guarrerías en casa porque mi fuerza de voluntad es nula, y me las comería sin dudar. Pero de vez en cuando entra algo en mi nevera y me lo como sin que me vea Sergio y muy deprisa por si se le ocurre entrar en la cocina.... Es un tema interesante y voy a reflexionar porque es absurdo. Ni me van a decir nada, ni pasa nada por comerse en un ataque de ansiedad los dos donuts de la caja.... Me haces pensar Anita.
ResponderEliminarNo sabes cuánto me alegro!!! Yo también lo he pensado mucho desde que lo leí no sé dónde... ;)
EliminarMua!
He leído los post de nitanhealthynitanfit sobre el tema de los atracones y me he hecho la misma pregunta: ¿es lo mismo que he hecho yo cuando me he zampado 4 bollos de leche? (Mi donut particular). Igualmente lo eh hecho sola, sin testigos y hasta disimulando si iba por la calle, y después me he arrepentido muchísimo, porque como dicen en los comentarios, nadie te va a decir nada pero yo soy de las que se van quejando todo el día de que le sobran unos kilos. Pues cuando me he planteado esta cuestión no he llegado a la misma conclusión que nitanhealthynitanfit, en mi caso no creo que sea una cuestión de autoestima (aunque tampoco me sobra) sino de entender mal a mi cuerpo y a mi cabeza. También es verdad que a veces el cuerpo me pide azúcar y no se me pasa si me como una manzana, y cuanto más lo dejo, más fuerte es el impulso de comer alguna guarrería de supermercado, y al final es peor porque en lugar de comer un dátil me zampo media palmera (digo media porque también creo que me eh ido moderando y el dulce me empalaga mucho antes que cuando era adolescente). Todo este tema me ha llevado a leer los libros de la adicción al azúcar, y aunque estoy de acuerdo con estas teorías, no me satisfacen del todo; creo que en mi caso he desarrollado la respuesta a demandas del cuerpo simplemente comiendo, sin escuchar lo que me pide, en parte porque estamos rodeados de comida (el ambiente obsogénico, como ella dice) en parte porque ese tipo de comida está hecha para que te entre bien, no importa sí disfrutas con la verdura y la fruta o no. Bueno, yo intento ser un poco indulgente con mis momentos de debilidad porque lo contrario me lleva a la ansiedad y la ansiedad al lado oscuro. Cuando me doy un atracón de estos se lo acabo contando al Chino como sí estuviera confesando, y oye, a él también le pasa y lo confiesa! Y al final, como no somos capaces de tener galletas en casa y comer sólo una, pues hemos decidido no tener nada. No he conseguido eliminar estas necesidades pero las he reducido muchísimo.
ResponderEliminarTu experiencia es bastante parecida a la mía, yo tampoco llego a las conclusiones de Ana (Nitanhealthy..) y nunca he tenido un problema gordo con ello, ni creo que haya escondido en la comida otros problemas (de autoestima o de lo que sea). También en que ahora procuro darme el festín de donuts en público(es un ejemplo, hace ni sé que no como donuts) y si compro chuches porque he ido a Hema a por un washi tape y tienen unas gominolas que me gustan demasiado, se lo cuento al Bigotes como confesión!
EliminarTema interesante, yo no voy a ser menos, yo muy pocas veces lo hago pero alguna vez si, yo quiero pensar que lo hago porque estoy siempre dando la brasa con que quiero comer sano, nada de guarrerias... pues como que me da cosa que me vean hacer lo contraio de lo que digo.
ResponderEliminarDe todas formas yo vivo sola con el peque que aun toma su bibe y sus purés, con lo cual no compro y así no tengo problemas de tentaciones y eso ayuda mucho jeje.
Cuando viene mi chico si que suele comprar y hay veces que comemos guarrerias juntos, pero eso ya es diferente porque lo hago con conocimiento de causa como digo yo y sin remordimientos.
Ayer sin ir más lejos tuve una tarde horrible, al llegar a casa estaba muerta y me preparé un café, mientras lo estaba tomando me acordé que tenia una bolsa de ganchitos (que se dejó mi chico) y digo me la zampo en cuanto acabe el café que después del día que he tenido necesito y me merezco alguna "guarreria", pero oye me dio por pensar porque siempre tenemos que pagarlo con la comida y en vez de atiborrarme, me cené una crema de verduras y un yogur y me fui super contenta y orgullosa de mi misma a la cama.
Ostras, Anita, me acaba de venir a la mente esa piruleta de corazón que me compro una vez a las mil o esas bolsas de apetinas o estrellitas que alguna vez me he comido y difrutado viendo una serie...sola. Y escondiéndolo bien en la bolsa de la basura para que no lo viese el contrario, el cual no me diría absolutamente nada, claro.
ResponderEliminarTambién me ha recordado una época peor, cuando no me llevaba almuerzo al trabajo y llegaba a casa a las 16 y pico de la tarde, sin comer y sin nada preparado o que me apeteciese comer a esas horas. Algunas veces no resistía el hambre y me metía en el McDonalds a por un menú para llevar, el cual llevaba con una mezcla de miedo y verguenza por encontrarme a alguien en los 5 minutos de trayecto hasta a mi casa y que viese la bolsa "porque yo no como cosas así"
También bajaba corriendo la basura para que no lo viera él, cuando he hecho eso después de comer me he sentido fatal. Si lo pienso creo que es una manifestación de la ansiedad, intentas controlarlo todo y solo añades tensión a la tensión lo cual es peor.
Me ha gustado mucho que hayas escrito sobre esto y me alucina ver que a mas gente le ha pasado o le pasa, cuando haces cosas así piensas que eso solo lo haces tú. De hecho hasta que no te he leído nunca hubiese pensado que era una patología. Me hace pensar en la cantidad de chicas con las que he compartido comida y cuando se han dejado la ensalada a medias y alguien ha dicho "qué poquito comes" han respondido "uff, tú no sabes lo que como!"
A escondidas, quizás?
B.
Yo no lo he hecho nunca. Ni cuando estaba delgada, ni cuando estaba gorda, ni ahora que estoy en mi peso. Me gusta comer y a veces como más sano y otras no tanto...pero no me siento culpable por ello, ni lo hago a escondidas. Hay días, no voy a decir que no, que si me subo a la báscula pienso que tengo que regularmente un poco y lo hago, pero no me quita el sueño. Hace poco cenando con un amigo me dijo: cómo comes no? (Cosas de la confianza) y le dije...pues lo mismo que tu o es que a caso no te has acabado el plato como yo?...a lo que él rápidamente me contestó: es que hay otras chicas a las que siempre les parece mucho, o dejan un poco, o comparten...y le dije.. Pues eso, hay otras chicas, al igual que habrá otros chicos, pero yo no...mi felicidad no depende de mi comida, ni de mi cuerpo, ni de lo que otros piensen de lo que como o soy...yo no me juzgo ni juzgo a nadie
ResponderEliminaryo tambien he comido a escondidas. y aunque hace tiempo que no lo hago (el sr. LP y yo no solo vivimos juntos, sino que tambien trabajamos juntos, asi que es practicamente imposible hacer nada a escondidas de el, jajajaja!), creo que podria volver a hacerlo. si, podria volver a caer. eso si, atracones no me he metido nunca, pero lo que tu dices, de comerte un paquete de donetes y una bolsa de chuches o que se yo y no decirselo a nadie y esconderlo? vaya que si.
ResponderEliminarde todas formas, como tu dices, se trata de reducirlo a la minima expresion. de tener una relacion sana con la comida.
durante muchos anyos de mi vida tuve una relacion insana con la comida. nunca he sufrido ni anorexia ni bulimia, ni he tenido problemas de peso graves, pero si hubo epocas en las que no era capaz de comer nada delante de gente, epocas en las que restringia mis alimentos en exceso (lo que probablemente me hacia, por otro lado, comer pecaminosamente a escondidas), epocas en las que decidia dejar de consumir grupos de alimentos porque si, o dejaba de desayunar o cenar... vamos, actitudes totalmente insanas con la comida, que probablemente hicieron flaco favor a mi metabolismo.
aunque nunca he sido gorda, si que tengo tendencia a engordar y a la que me descuido me pongo rellenita (los 5 kgs de turno) en un plis plas. y eso ha sido asi mas o menos desde los 8 anyos. entonces mi madre me llevo a un endocrino y me pusieron a dieta y, desde ese momento, para mi la comida empezo a ser algo en lo que pensar. y claro, he tenido tiempo para pensar de todo: no comas esto que vas a engordar, esto es el demonio! ni lo huelas!, pero esta tan rico!! por que los demas lo comen y yo no puedo??, tengo que machacarme en el gimnasio y comerme un tomate y dos hojas de lechuga en todo el dia para no engordar, las personas delgadas estan delgadas porque no comen (esto lo sigo oyendo muchas veces en mi entorno... que absurdez, no? yo conozco personas delgadas que comen que es un primor, y no, no vomitan despues tampoco! jajajaja!), asi que para estar delgada no hay que comer... y todo tipo de tonterias.
por suerte mi salud, al menos aparentemente, nunca se ha visto mermada y, hoy por hoy, creo que he conseguido encontrar el equilibrio. casi nunca me salto una comida y si lo hago es porque realmente no tengo nada de hambre y no me apetece, como de todo, me doy caprichos de vez en cuando y no me fustigo por ello y, sobre todo, intento que la gran mayoria de lo que como sea comida verdadera, alimento verdadero no procesado, sano y equilibrado.
creo que, la clave, es que la comida no sea algo en lo que pensar mucho, que no nos obsesione. que sea solo nuestra gasolina, con la que disfrutamos por supuesto, pero porque nos ayuda a mantenernos sanos y en marcha. y creo que hay sitio para todo, en su medida, sin obsesiones, sin presiones, sin ansiedad, ni autoflagelaciones de ningun tipo.
hoy por hoy, si me apetece comerme un helado o lo que sea de vez en cuando, no tengo problema en decirlo a viva voz y delante de todo el mundo. y me lo como bien a gusto, porque se que solo lo hago de vez en cuando y no, no me hace sentir culpable en absoluto.
muaaaaaaaaaaaa!
LP
Creo que de siempre he tenido bastantes problemas y manías con la comida, pero comer a escondidas, creo que no. Y sí, como cosas que no debería y después me siento culpable, pero suele ser cuando voy con alguien de merienda. Y me ha pasado muchas veces eso de comer demasiado y luego sentirme mal (pero mal de enferma), lo que pasa que a mí me ocurre con menos cantidad, así que no sé hasta qué punto sería atracón.
ResponderEliminarMuy interesante el tema de todas formas.
Un besitoo
Bueno, yo ya te lo había comentado como anónimo pero yo sí padezco trastorno por atracón diagnosticado por una psicóloga y totalmente identicada con Ana de nitanhealthy
ResponderEliminarYo cuando leí a Ana me sorprendí, no sabía que eso existía como tal y ahora veo que no es un caso aislado, es más "común" de lo que parece. Ánimo y a mejorar, que por lo que cuentas ya estás en el camino. ;)
EliminarMuchas gracias! Sí, en ello estoy. Y como cualquier otro trastorno de la conducta alimentaria es duro de superar, pero allá que voy! :-)
EliminarYo soy de Zaragoza y también he hecho eso de comprarme chuches (o muuuchos lacasitos) en el Rincon y comermélos sin sacar la manita del bolso jaja
ResponderEliminarSin bromas, soy muy sensible con este tema de trastornos alimentarios. He vivido la anorexia muy de cerca (un familiar) y es una enfermedad muy muy dura. Y como la anorexia, el resto de trastornos alimenticios... Está muy bien que hables del tema, es necesario que la gente sepa que esto existe.
¡¡¡Cuando me fui de Zgz no podía entender que el resto del mundo pudiese vivir sin Frutos Secos El Rincón -ahora le han quitado lo de Frutos Secos pero para mí sigue siendo ese su nombre-!!! En Madrid hay varios pero no varios por calle como allí...
EliminarY sí, no se habla tanto de esto como se debería!
Soy de las que piensa que un transtorno alimenticio nunca "se cura", sino que da paso a otro.
ResponderEliminarYo padecí anorexia, también he comido y sigo comiendo a escondidas y padezco el transtorno por atracón.
Ya al final no sé si tomarme las cosas a broma delante de la gente...
La verdad es que ahora hay mucha gente del fitness que padecían trastornos alimenticios y los han cambiado por otros como comer todo sanísimo, contar macros, blabla, pero es difícil conocer la realidad sólo en las redes y no me gusta generalizar.
EliminarÁnimo con lo tuyo que, si no se cura, sí se mejora y mucho, eso seguro. Mua!
Me parece un tema muy interesante. Mi chico tiene este trastorno y lo arrastra desde hace muchos años. No solo come a escondidas, como si le fueran a quitar la comida, o a decirle algo, sino que se da atracones por la noche. Se ha convertido en un verdadero problema, no solo porque le impide perder unos kilos que le sobran, que son cada vez más, sino porque no duerme bien, se obsesiona y si no se levanta a comer no se duerme. Hace unos meses ha empezado a ir a una psiquiatra para tratar este tema, y espero que poco a poco se vaya mejorando.
ResponderEliminarBesos, guapa. hoy me ha gustado mucho tu reflexión. Yo creo que todos, en mayor o menor medida, a veces hacemos algo así como comer algo sin sacarlo del bolso, o medio a escondidas, aunque estemos solos en casa, y habría que pensar en por qué lo hacemos.
Besos.
¡Jolines! Espero que dé con el kit de la cuestión y se solucione, a veces parece que no le pasa a nadie lo que a ti y cuando tiras de la lengua salen historias de todo tipo. ¡Es curioso que la comida se convierta en algo problemático tantas veces!
EliminarBesos!!
Yo a pesar de ser rellenita "de toda la vida" y estar bastante obsesionada con ello, creo que no he tenido ni tengo esa relación con la comida y aunque comparto bastante el planteamiento de hoy creo que no siempre ocurre por el mismo motivo. A mi no me da vergüenza comer guarradas en público, nunca me ha pasado, ni de adolescente ni de adulta. Me gusta mucho comer y las guarradas mas, de hecho siempre digo que podría vivir a base de kit-kat, coca-cola light y patatas fritas. Sin embargo no forman parte de mi alimentación habitual, pero si se me antoja y hay alguien, pues nada, me lo como, por supuesto con mi marido 0 esconder nada, es que ni me lo planteo. Ahora bien, es cierto que si estoy por la calle es mas fácil que picotee algo pero no es por culpa ni vergüenza, en mi caso es por gula o aburrimiento, si voy con alguien seguramente iré hablando y ni me acordaré de comer. Y otras veces es porque como "que no pega". A lo mejor se me antoja alguna cosa pero si estoy con temas de trabajo o he ido a alguna parte con alguna amiga a hacer algo, como que no me parece el momento de andar comiendo chucherías como si tuviera 15 años.
ResponderEliminarNo se, igual es una justificación y lo hago por lo mismo que todas, pero me cuesta recordar en mi una situación en la que me diera vergüenza comer algo o lo hiciera para que no me viera nadie.
Creo también que en ésto hay mucho postureo y como estamos inmersos en la moda/dictadura de lo sano, pues como que tenemos que mantener una imagen :-)
Esto no tiene nada que ver con estar rellenita o muy flaca, creo yo, sino con otras cosas: para alguna gente con problemas externos a la comida, en mi caso por esa necesidad de perfección y autoexigencia que me persigue siempre. ¡Si no te ha pasado, esa suerte que tienes! Eso debería ser lo normal, aunque, ya lo ves, hay mucha gente que lo padece. ;)
EliminarYo por lo general intento comer sano, por salud y por gusto, y en mi casa, donde estoy sola los fines de semana, nunca tengo guarrerías, por el simple hecho de que si las tengo me doy un atracón, siempre sola, pero supongo que por aburrimiento o algo así, porque no lo escondo.
ResponderEliminarDe todas formas aunque no me esconda, me siento mal por hacerlo y lo reconozco, en parte porque me sienta mal al estómago y en parte porque sé que no lo puedo controlar. Pero cuando hacemos la compra o alguien hace algún comentario al respecto, lo reconozco, no puedo tener según que cosas en casa porque no tengo control.
En cambio, durante la semana, que estoy acompañada, como sano y a mis horas sin que me resulte un sacrificio, porque realmente disfruto cocinando y comiendo sano, y si algún día me apetece picar algo, lo compro y sin remordimientos, sola o acompañada. El tema de los atracones sólo me pasa en mi casa, sola y si sé que hay algo en la cocina que no suelo tener.
Fíjate que no tiene ningún sentido sentirse mal por hacer algo que uno ELIGE hacer, como comerse X, pero a veces la comida nos domina, es como fumarte un cigarrillo cuando habías decidido dejar de fumar. Interesante lo que cuentas! ;)
EliminarJolin tía!!! Nunca he comido a escondidas yo lo hago en la cara de la gente!! y claro pueden decirme eso de: Vas dando consejos de cómo comer y ahora te comes un paquete de patatas entero??? Y mi cara es de "matadmeya" (anita patata frita dixit). Toda mi vida es comer de forma inteligente; tengo problemas estomacales desde los 17 años así que llevo vigilando lo que como toda mi vida, pero cuando me salió el hipertiroidismo se me jodió la vida (aunque creas que es una exageración). Todos los días no se como me voy a levantar, soy una hormona andante, huelo cosas, saboreo cosas que la gente no detecta. Puedo desayunar bien, sano; e ir al supermercado y entrar como un toro comprando todas las chucherías del mundo (como si no hubiera comido nunca!!). Y luego vienen los remordimientos y la frase que tiene la Jolie tatuada: "lo que me nutre, me destruye" que la tengo a "jierro" grabada en la mente!! Lo que hago ahora es comer inteligente de Lunes a Viernes y los fines de semana comer con los amigos por ahí. Pero hay veces (cuando se junta todo con la regla) que no llego al Jueves. En fín, intento vivir con esta forma de comer, y cómo voy al gym 5 días a la semana, intento no castigarme tanto. Espero algún día conseguir el cuerpo que quiero. besos Wapa Patry!!
ResponderEliminar¡Esa suerte que tienes! Yo también como de todo delante de la gente jajajaja y también intento y consigo ahora mucho más que antes comer lo que quiero, con mis cosas sanas y mis pecados sin culpa. Pero lo de comer a escondidas es algo distinto, se trata más de no poder adaptarse a lo que uno quiere ser y no querer compartirlo porque si nadie lo ve, es como que no ha pasado ;)
EliminarSi, es verdad, pero ha pasado!! Has visto todo lo que te he dicho, no? Pues me acabo de comer un paquete de patatas 3D (conos de matutano) entero, yo sola, toma ahí zasca en la boca y es Mierdoles!!!!Lloro!! Intentaré compensarlo con la comida!! Patry
EliminarYo nunca he tenido problemas para comer en público, lo cual no quiere decir que cuandoe stoy sla en casa no atraque la nevera, porque no hay cosa que me guste más que las guarradas. El otro día mismamente le dije a mi chico, literalmente: "me voy al chino a comprarme lo que tenga más glucosa y chocolate", porque estaba un poco floja anímicamente y lo necesitaba. Eso es lo que no me gusta a mí, que sé que muchas veces como por aburrimiento o utilizo la comida como consuelo.
ResponderEliminarA mí lo que sí me ha pasado es que me llamen la atención por comer en público, fíjate, y siempre mujeres: en el trabajo es frecuente que me comenten, siempre las mismas, la verdad, cosas del tipo "cómo te pones, cómo te cuidas, siempre comiendo, ¿eh?". Hablo de comerse un café, dos magdalenas y una pera a media mañana, o un pincho de tortilla con pan y una mandarina... En mi trabajo la gente se toma un cafetito y a correr. Yo no podría vivir con eso, la verdad. También pasa que cuando alguien lleva una bandejita de pasteles para celebrar algo, parece que les da vergüenza coger (todo mujeres mayores)... Yo cojo si me apetece y los que me apetece, la verdad (siempre dentro de los márgenes de la educación, claro, sin buitrear...)
Ana
Yo tampoco tengo problema para comer en público y también soy de las que reciben esos comentarios de cuánto comes y esas cosas porque es verdad que como mucho y sin complejos, pero lo de comprar gominolas a escondidas es algo distinto... ;)
EliminarYo si me como los donuts a escondidas es para no compartirlos que están muy buenos y cuando los ven en casa se los comen mis hijos, jajaja, bueno en serio yo creo que mas que hacerlo a escondidas lo que me pasa es que me doy atracones cuando llevo un tiempo intentando adelgazar y no lo consigo, entonces un día me harto y me compro los donuts o los Doritos, que son las dos cosas que me pierden, y luego me arrepiento, entonces me lo como rápido creyendo que así me engordará menos.
ResponderEliminarLa verdad, es que para mi, el azúcar y lo dulce es una "droga" y lo comparo con el tabaco, llevo 7 meses sin fumar, he engordado 2,5 kilos, teniendo en cuenta la Navidad, que engordo fumando y sin fumar, y a día de hoy he perdido 1,5 kilo de peso, está bien, pero esa ansiedad del cigarro me ocurre igual con el azúcar y tener que comer algo dulce en el desayuno, con el café de después de comer, que aunque no tome café me sigue apeteciendo, eso me provoca lo que he comentado antes, un día por lo que sea he cogido 500gr y se me cruzan los cables y me compro los donuts , tampoco ayuda que en el supermercado al que voy están a la entrada, los tienes que ver si o si.
Hola Anita, muy interesante el tema que planteas. Yo la verdad que soy una persona delgada (más para los demás que cómo yo me veo) y con el metabolismo más bien rápido, pero mi relación con la comida no es especialmente sana. Si pienso en cómo comía hace un año y lo comparo con ahora, he mejorado mucho nutricionalmente hablando, aunque el peso mantengo el mismo o incluso pelín más. De desayunar tostadas con mantequilla y mermelada, he pasado a desayunar pan wasi con aguacate, huevos o avena con fruta y frutos secos (por ejemplo). Lo que pasa que hago deporte unas 5 veces a la semana, y al comer "limpio" creo que siempre termino comiendo más cantidad. Me veo pesando las cantidades y reduciendo la grasa animal al mínimo, y preocupandome por si he comido de más o no. Eso antes no me pasaba (cuando comía el típico arroz con tomate o tortilla de patata). Nunca he comido a escondidas ni me he dado atracones, pero hay veces (suele coincidir con ciertas etapas del ciclo hormonal) que me apetecen carbohidratos malos: bizcochos, dulces,chocolate, hojaldres etc y tengo ansiedad hasta que me como alguna cosa de estas. Pero nunca atracón, solo que me gustaría que no me apeteciera una palmera de chocolate, sino una manzana jajajajajaj. En fin, que pensándolo mucho, he llegado a la conclusión de que el problema es tener mucho tiempo libre (estar desempleada y con tu pareja viviendo lejos te crea estrés) o todo lo contrario, estar muy estresada te hace buscar la comida como gratificación inmediata. En mi caso lo que me ayuda a mejorar mi relación con la comida es intentar llenar mi tiempo de actividades que me llenen intelectualmente y me motiven. Si estoy ocupada y contenta, activa, ni me acuerdo ni tengo hambre casi, como mucho menos e instintivamente la cantidad que mi cuerpo necesita, ¡comprobado! Y si me apetece algo dulce, me compro o hago una porción para una persona, lo tomo en mi hora de la merienda y listo! Cero ansiedad por comer ni más ni menos.
ResponderEliminarHace poco leí un truco para evitar la utilización de la comida como premio http://www.yesandyes.org/2015/10/rewards-that-arent-food-or-shopping.html , darte un premio de otro tipo (10 minutos de lectura, o 10 minutos paseando al aire libre), o elegir un té o una fruta que nunca hayas probado, tomarte tu tiempo de elegirlo, elegirlo de calidad, y tomarlo como un ritual.
Lo que te cuento no tiene mucho que ver con el tema atracones o comer a escondidas porque no me siento identificada en ese aspecto, pero si con la relación con la comida (porqué será que las mujeres en general la tenemos mala y nos sentimos culpables....), lo mucho que nos autoexigimos, y el problema del centrarse demasiado en uno mismo al ser lo más fácil de controlar o satisfacer cuando alrededor lo que tenemos no nos motiva, en vez de tener la mente activa y el corazón inquieto. Un saludo!! Gracias por compartir cada día por aquí!!
Siempre fui rellenita y sin saber como deje de comer llegando a tener un principio de Anorexia. Ni mi familia ni yo fuimos conscientes del problema hasta que el médico me dijo que según fuera comiendo bien y recuperando peso, mi cuerpo se regularía y la regla me bajaría. Casi 20 años después, creo que he aprendido a convivir con ello, controlo todo lo que como, de lunes a viernes intento no pasarme pero los fines de semanas, sobretodo los domingos es el día de comer todo lo que me apetezca. Antes lo hacía a escondidas ahora no, aunq no voy a negar que hay días que me siento culpable, pero como el dice, estas toda la semana sacrificándote y trabajando, coñe, date un capricho o los que hagan falta. Kissetes. Anmakich
ResponderEliminarEn mi trabajo nadie como chucherias, yo mes las escondo y voy comiendo poco a poco aunque soy consciente de que huelen disimulo.
ResponderEliminarYo como a escondidas y luego me arrepiento pero eso si soy incapaz de vomitar. Desde pequeña me doy atracones. Ayer despues de que una compañera de trabajo me comentara que su hija pequeña tambien lo hace decidi informarme y descubri que un trastorno más de la alimentación. Después de mucho leer y pensar muy friamente porque lo hago por mucho que me lo negava mi problema viene de una autoestima muy baja provocada por insultos de los niños en el colegio,por criarme con mis abuelas que todo me lo permitian en la comida, por las prohibiciones de mis padre a su vuelta y lo más duro y más dificil de admitir por los abusos de un familiar. Es duro toparte en un solo dia con esta realidad pero me quedo con lo positivo que es poder aconsejar a mi compi que este atenta de su pequeña y que la premie cada vez que consigue no comer algo a escondidas con ir al cine y para mi me quedo con que hoy he comido muy bien porque he pensado en mi en tercera persona y que los dos filetones de cerdo y dos muslos deshuesado que me pretendia comer era demasiado y lo he conseguido. Soy conciente que por culpa de mis atracones mi estomago será gigante y que estar 120 es demasiado, asi voy a entrenar mi fuerza de voluntad, dejar el estrés y la ansiedad a un lado haciendo lo que me gusta nadar y el zumba para poder conseguir no pasar por un quirófano y hacer muy feliz a mi familia cuidandome. AAnimo para todo tenemos que salir de esta adicción a la comida ya.
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