Rocambolesc, a falta de Can Roca

¡Buenos días! Hoy vengo un poco más tarde porque he tenido una incidencia detrás de otra esta mañana y no he podido darle a publicar antes. Menos mal que es viernes y mañana descansooooo. :))))

Os dije que iba a publicar este agosto una serie de post sobre sitios molones para los que estáis o visitáis Madrid y con el problema del wifi en China no pude hacerlo, así que retomo ahora. 

Hoy os hablo de Rocambolesc, la heladería de Jordi Roca, al que seguro que, si sois fans de Master Chef, conocéis de sobra. Es el pequeño de los tres hermanos que llevan el Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo en 2015, y el maestro de la sección dulce del prestigioso restaurante.

Pues bien, Jordi Roca abrió una heladería en Girona en 2012 y desde este año tenemos la suerte de tenerlo en Madrid, mucho más cerca (para algunos, claro!). Está en la calle Serrano 52,  en la sección Gourmet Experience de El Corte Inglés, y creo que es ése el punto negativo que tiene: que no está a pie de calle.

Cuando yo estuve había mucha gente y el sitio no sólo está en una planta altísima sino que además allí no hay mucho espacio, por lo que te acabas comiendo el helado en una esquina o en la escalera mecánica, mientras se te derrite y te pones perdido, así que no puedes disfrutar demasiado del helado en cuestión...

Eso sí. La pega del espacio se ve compensada por lo encantador del lugar, con una decoración no sé si retro o naif, pero parece que te vaya a atender el mismo Willy Wonka...

Puedes elegir el helado en cono o en tarrina (aquí veis los precios, que no son muy caros)

y de algún sabor normal, como el de yogur o chocolate, o alguno más diferente, como el de manzana al horno o el sorbete de coco con violeta, que está mmm...



Luego eliges los toppings del carrito del helao'. Me gustó mucho que la chica sabía muy bien lo que te ponía y te recomendaba los toppings que le iban bien al helado que habías elegido.

Los helados están buenos y el sitio es muy guay, pero el tema de comértelo de pie en un rincón de unos grandes almacenes no me convenció demasiado. Por contra, lo que más me gusta de Rocambolesc es lo que tienen para llevar: tarrinas de helados de sabores súper originales (pienso ir probándolos todos)

 

y unos polos souvenir ideales para obsequiar a cualquiera, friki o no.



Y hay tabletas de chocolate, con un packaging muy Willy Wonka también...

¿Qué os parece, os apetece probar? ¿Lo conocíais?