Hace un par de semanas fuimos a cenar a casa de unos amigos y quedamos en que cada uno llevaba algo para comer hecho por él. Bueno, hecho por él salvo Juanan, que llevó una receta exquisita comprada en el Carrefour porque a él se le consiente todo: una empanada de atún jejeje. :D
Nosotros, después de mucho discurrir y porque tenemos una imagen que mantener, nos decidimos por esta tarta de verduras tan vistosa que, aviso ya, no es ni light ni fit, pero vamos, que está muy rica y es muy vistosa para llevar a cualquier sitio o también puede servir para emplear una tarde de domingo con vuestros niños y tener almuerzo para toda la semana. Os cuento la receta...

Ingredientes:
Una masa brisa o quebrada. Yo compré la de Lidl.
Un calabacín.
Tres zanahorias.
Un trozo de calabaza.
Un puñado de champiñones.
Dos cebollas tiernas medianas.
Queso rallado (del que venden en bolsas para fundir, para pizza...)
Tres huevos.
Un vaso pequeño de leche evaporada.
Dos cucharadas de aceite.
Sal y pimienta.
Preparación:
Precalentamos en horno a 160º. (Nuestro horno parece muy potente y por eso la temperatura no la ponemos muy alta, vosotros tendréis que encontrar la temperatura idónea en vuestro horno).
En un molde de quiche de 28 centímetros de diámetro (yo tengo mi molde de quiche de Lékué que ADORO en La Mancha, así que compré en un chino un molde de esos de papel de plata de un solo uso) extendemos la masa brisa, la ajustamos al molde bien y cortamos los bordes al ras.
A continuación, ponemos garbanzos crudos o algo que pese y lo metemos en el horno precalentado unos diez minutos, hasta que el borde se haya dorado. Retiramos del horno, quitamos los garbanzos y reservamos.
Picamos la cebolleta muy fina y la pochamos en una sartén con un par de cucharadas de aceite. Dejamos enfriar un poquito y la mezclamos en un bol con los tres huevos batidos, la leche evaporada y un puñado de queso (a ojo, el que os apetezca). Salpimentamos al gusto y reservamos.
Con un pelador (o con una mandolina... o con un cuchillo, aunque será más trabajoso) cortamos en láminas finas el calabacín, las zanahorias, la calabaza y los champiñoñes. Podéis poner berenjena si os gusta o cualquier otra verdura que pueda laminarse. Y ya toca colocarlo.
Primero vertemos dentro de la masa la mezcla de la leche y huevos, dejando un poquito para echar al final. A continuación vamos colocando la verdura en círculos, de fuera a dentro. Dos o tres filas de calabaza, dos o tres de calabacín, dos o tres de zanahoria, un par más de champiñones... y vuelta a empezar. Así hasta rellenar la tarta entera.
Para terminar, rellenamos los huecos que hayan quedado con láminas de verduras que os habrán sobrado, para que quede lo más prieto posible, y finalmente vertemos el poquito de la mezcla de leche y huevos que ha sobrado por encima.
Metemos al horno unos quince minutos, hasta que veáis que el huevo está cuajado y la masa tostada. Nosotros lo hicimos todo a 160º porque más fuerte se habría quemado la masa antes de hacerse el huevo pero, otra vez, dependerá del horno.
Y esto es todo. Parece mucho pero lo más laborioso es cortar las verduras y con un pelador se hace en un pispás. ¡Probadlo y decidme qué os parece! ;)
Que buena pinta Ana! Una idea genial para los "niños" que no les guste la verdura ;)
ResponderEliminarBuen día,
Marta
http://mientrasonaba.blogspot.com.es/
Para niños y no tan niños... ;))))
EliminarBuen fin de semana, guapa.
Mua.
La tarta es preciosísima, muy propia para invitados.
ResponderEliminarBesos.
Es muy quedona, la verdad, seguro que volveré a hacerla. ;)
EliminarMua.
Es tan bonita, es una forma diferente de presentar una quiche y encima se puede variar el relleno. La haré seguro. Gracias por la idea.
ResponderEliminarClaaro, en realidad es una quiche, aunque montada de otra manera. ¡A mí me encantó!
EliminarMua!
Mmmm... qué rico! Me la apunto.
ResponderEliminarQué bien. Si la haces, fotoooooo! ;))))
Eliminarsabes que todavia tengo las 2 capturas de pantalla en mi movil de cuando la publicaste en IG? jajaja, me encantan tus recetas!!
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