Gofres fit para todos los públicos

Desayunar súper bien no es difícil y no hace falta muchísimo tiempo para ello, sólo querer hacerlo y reservar veinte minutos al día para preparar un café, montar un platito curioso y engullirlo mientras lees el periodico en el ipad o charlas con el de enfrente (yo siempre desayuno con el Bigotes enfrente y el ipad al lado, preguntándome él a mí qué canción puede ponerles a los chicos en la clase de inglés de este viernes o preguntándole yo a él cuál de las fotos del desayuno cuelgo, si ésta, ésta o ésta. :P)

Aquí os he dado muchas ideas para desayunar y en instagram he publicado un millón de fotos de mis desayunos con el hashtag #losdesayunosdeanita que espero que también os sirvan de inspiración. Y también os he dejado recetas, AQUÍ las tortitas de avena que más me gustan, AQUÍ los gofres que me gustan mucho y AQUÍ las tostadas francesas light, pero hay un millón de posibilidades más, empezando por el pan con lo que sea, que es un acierto siempre.

Como en mi cada vez menos nuevo trabajo ya me van conociendo, me han pedido que les lleve gofres para desayunar y eso es lo que me dispongo a hacer esta tarde mañana (no tengo tiempo ni para respirar): un porrón de gofres para llevar mañana el viernes a la oficina

En este caso utilizaré otra receta que quiero compartir con vosotros ahora, la que hago cuando quiero obsequiar a alguien o la que improviso si se presenta un amigo en casa y quiere merendar. Es una versión sana pero no lleva  claras de huevo ni proteínas de más, sólo ingredientes que podéis tener seguro en casa. Creo que es perfecta para el desayuno de cualquiera que no se haya planteado opciones fit en la vida y también para compartir con vuestros niños o vuestras abuelas... ¡estos gofres le gustrán a todo el mundo! Es una adaptación que hice en algún momento de una receta "de verdad" y a mí me convence mucho, os lo cuento...

Ingredientes (para 4 gofres -salen llenitos y en el desayuno me tomo dos-):

-Un vaso de copos de avena. Lo hago con el vaso de desayuno que se ve aquí pero para simplificároslo lo he pesado y son 100-110 gramos)

-Un vaso de leche. En mililitros, son 250-260 ml.
-Un huevo mediano.

-Dos cucharadas soperas de edulcorante en polvo. Yo uso uno del supermercado Día, es un bote grandote. En caso de que no os importe tomar azúcar, podéis sustituirlo por una cucharada de azúcar.
-Una cucharadita de levadura royal.
-Una cucharadita de aroma de vainilla vahiné.
-Ralladura de una naranja.

Preparación:

Igual de simple que siempre: sólo hay que ponerlo todo en la batidora y luego verterlo en los moldes de gofre (os hablé de ellos ya aquí). Horneamos a 180º unos diez minutos y cuando veamos que estén cuajados, sacamos del horno, dejamos enfriar un poco para no quemarnos los deditos, desmoldamos y volvemos a meter al horno cinco minutos para que se doren por encima.  Simple y efectivo.

Nota:

No son muy dulces, así que si os apetece algo más dulce, poned sin miedo más edulcorante o azúcar. A mí me gustan así porque nunca los como solos y además con el gusto de la naranja y la vainilla me parece suficiente, pero si sois dulceras, os faltará. :)

Si lo probáis, contadme. Y yo haré lo mismo cuando tenga el feedback de mis diez compis de trabajo, jajaja.