Ya estamos en febrero, que dice el refrán que en febrero busca la sombra el perro, pero qué queréis que os diga, yo vuelvo a trabajar y estoy helada. Helada en sentido figurado porque tengo la mesa con tanto papel que no se ve la mesa pero además en sentido literal porque los edificios inteligentes es lo que tienen: que o te asas o te vuelves Walt Disney, y yo estoy en el segundo caso, congelada.
Como el Tutordesexto me vio sufrir estas navidades (os aseguro que no podía trabajar porque tenía los pies helados y por mucho que me abrigase no podía poner las manos en el teclado porque estaban heladas), habló con sus majestades los Reyes Magos de Oriente y me dejaron un regalo no tan bonito como valioso: este calefactor.
Como el Tutordesexto me vio sufrir estas navidades (os aseguro que no podía trabajar porque tenía los pies helados y por mucho que me abrigase no podía poner las manos en el teclado porque estaban heladas), habló con sus majestades los Reyes Magos de Oriente y me dejaron un regalo no tan bonito como valioso: este calefactor.

Mi vida comenzó a prosperar desde ese momento y a pesar de ser nueva en el trabajo, empecé a rendir. Bueno, jajaja, no tanto (no sé hacer nada y eso se nota) pero estaba calentica.
Hoy vuelvo al trabajo tras dos semanas en casa la mar de a gusto y espero que esto me caliente el alma, porque estoy desconsolada. ¿Os he dicho que quiero ser rica y retirarme? :) ¡Buenos días!
A mi a la feina em passa el mateix! M'abrigo més per venir a la oficina que per anar a la muntanya, de veritat t'ho dic. Horrorós!
ResponderEliminarHola. hace años que pienso y grito a quien me quiera oir que también quiero retirarme y ser rica!!! qué duro es la vida laboral... tengo un calefactor tipo el tuyo porque en mi oficina pasaba lo mismo. Me dolían las manos del frío que pasaba. Seguimos en contacto
ResponderEliminarAysss!! Diles a los de mantenimiento que te pongan una regleta un poco más decente... Que en esa hay restos de todooooo :-))))
ResponderEliminarTe imagino enchufando el calefactor con unos guantes... Así estamos en esta Nuestra Administración, jajajaaaa....
Dioooos qué mal se pasa!!! Yo trabajé en una oficina que, aparte de aún deberme pasta, me mejoró el cutis que no veas de la congelación que pasaba! Eso sí, en verano tenía unos latigazos cervicales por el chorro del aire acondicionado que aún me acuerdo de la madre de mi fisioterapeuta...
ResponderEliminarAfortunada tú que te puedes poner un calefactor... Yo estoy planteándome ponerme un polar debajo de la bata... Pero en quirófano no me vale esa solución 😞
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue asquito la regletaaaa!!! Jajaja
ResponderEliminarYo lo flipo con la gente que se aburre en su jubilacion, ay si yo me retirara... cuantas cosas que quiero hacer!!!!!!! Necesito una herencia millonaria de alguna tia abuela desconocida y ricachona!!!!!!
Nena, no tiene mierda la regleta....pordiorrrrrr dile a las limpiadoras que le den una pasadita😳😳😳😳😳
ResponderEliminarPero Missis, ni que fuera la primera oficina pública que ves en tu vida! Ojalá lo guarro de las regletas fuesen todos los problemas!!! ;)
EliminarCómo te entiendo Anita! Yo he sufrido durante mucho tiempo una salida de aire frío justo encima mío, indistintamente de la estación del año, y es horrible trabajar así! Mi edificio también es "inteligente" (ejem!) y de reciente construcción...
ResponderEliminarMuy buen regalo el de tu Rey Mago. Ánimo!
B.
Yo tengo una chaqueta y calcetines gordos en el armario para por si acasos
ResponderEliminarUy, yo estoy igual! Con un calefactor debajo de la mesa... trabajar en el pueblo más frío de Tenerife tiene sus cosas...
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