Bueno. Los que me seguís por instagram ya estáis al día de mis cosas, de que sigo acatarradísima y de que empecé esta semana al borde de un ataque de nervios. Pero resulta que ayer, después de llamar cuatro veces a la consejería (mi departamento de personal correspondiente) y tratar con tres gilipollas primero y un tío muy majo después, descubrí que hoy termino en un trabajo y no comienzo en el otro hasta el martes que viene, lo que me ha dado un alivio que para qué. Por fin podré pasar buenos ratos en la cama y sudar todo lo necesario hasta que mis virus mueran achicharrados de una vez.
Después de esta crónica de enfermedades que me hace parecer una abuela de ochenta años, os cuento que esta noticia me ha dado un respiro y siento que tengo tiempo de muchas cosas, como leer, estudiar, ordenar mis cosas hacer un post con lo que hice este domingo, por ejemplo.
Mi madre estuvo en la capital y si hace un año fuimos a la casa de Sorolla y vimos La Ratonera, esta vez tocó el Rastrillo Nuevo Futuro y Raphael, jeje.
El rastrillo seguro que la mayoría lo conocéis, igual que mi madre, porque va la realeza a ser solidario y gastarse los cuartos... Como era el plan que a ella le apetecía y el Tutordesexto y yo no sabemos decir no a un mercadillo, cogimos el metro y llegamos a Lago, que es una estación de metro no subterránea que me parece encantadora.

En cuanto bajas del metro sabes que no hay ningún riesgo de perderse, sólo hay que ir siguiendo los carteles

y el camino de baldosas hojas amarillas

y llegas al destino: el rastrillo de la organización Nuevo futuro.

Me recordó bastante al de Ozanam en Zaragoza, también porque había vinos de la tierra (¡cada vez más de moda el Enate fuera de Aragón, oiga!)

aunque aquí se nota que hay más material de casas de bien, más antigüedades valiosas, y eso siempre es un plus.

Entre vajillas y abrigos de visón
muchos muebles interesantes

y cosas curiosas

muchos muebles interesantes

y cosas curiosas

También había puestos donde hacer un receso mientras tomas un bocata de jamón pata negra

aunque nosotros nos decidimos por comer un menú, que no era éste
porque al parecer buscábamos platos más ligeros (ejem)...

porque al parecer buscábamos platos más ligeros (ejem)...

Necesitábamos fuerzas para ir a darlo todo al concierto de después,

porque, a las siete de la tarde y muy cerquita de casa, en el teatro Compac Gran Vía, estuvimos en el espectáculo de este grande que igual encanta a mi madre que al Bigotes, y que además vieron súper bien acompañados por Juanan y yo misma, que también lo disfrutamos, así que tan a gusto.

La verdad es que tengo tan buena vida que no sé cómo puedo seguir tan mala, ggggg. ;)
juas, menudo domingo, todo cosas consistentes, mercadillo lujosón, garbanzos con callos y raphael!! wouuu, espero que te mejores, reina!
ResponderEliminarbesos
Me ENCANTA tu blog!!!
ResponderEliminarLo siento en el alma pero con Raphael no puedo............ tengo trauma con él...... cada Nochebuena en casa de los suegros tenemos que poner el concierto .......... Pero para compensar, te diré, que los vinos de tu tierra son muy conocidos en mi casa, será que mi marido se dedica a vender vinos y tenemos que hacer catas de las novedades muy a pesar nuestro (mentira cochina, somos forofos del vino.....)
ResponderEliminarMejorate guapa!!!!!
¡Hacía tanto que no podía pasar por aquí (maldito estreeeeés) que no sé por dónde empezar! Genial tu fin de semana, me encantaría ver a Raphael en concierto. Creo que acabo de ver a Paz Padilla con la falda de lentejuelas, pero seguro que tú la combinarías mejor. Enhirabuena por el nuevo puesto y que descanses durante esta semana. XXX
ResponderEliminarPlanazo! disfruta de tus días libres y cuídate!!!
ResponderEliminarjajajajaja pero serás bandida!! es que lo normal es que con la buena vida que te pegas, sigas estando acatarrada jajajaja vaya tela!!!
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