Cuando me enteré de que había salido a la venta el último libro de Javier Marías era un día del socio en fnac, así que decidí que al salir del trabajo me pasaría por allí a comprarlo (todo sea por ahorrar un 10%, ya sabéis que es lo mío). Sin embargo, conforme fue avanzando la mañana, no podía aguantarme y tenía una necesidad loca por tenerlo entre las manos, así que bajé a Vips y me lo compré pasando de descuentos.
He tardado diez días en leerlo porque es bastante largo y no tengo más tiempo, pero la verdad es que no lo he soltado y ha sido genial, como siempre que me encuentro con Javier Marías.
No puedo contar nada de la trama del libro porque, como es habitual en el autor, puedo resumirla en cinco líneas y haberla abarcado completamente, y aun así haberme dejado en el tintero lo mejor, que es todo lo demás.
Desde mi punto de vista, no es el mejor libro de Javier Marías, pero soy tan fan que incluso siendo así, me habrá gustado más que el noventa por ciento de los libros que lea este año. Me llega, me atraviesa de principio a fin y no me olvido de él aunque hayan pasado meses.
Hay gente (mucha) a la que no le gusta (no os gusta) la literatura de este autor, de hecho, diría que empieza a estar de moda que no guste. No puedo subirme a ese carro, lo siento, y nunca podría parecerme pedante o insoportable porque precisamente es el estilo narrativo que emplea el que me seduce al cien por cien. Da igual lo que cuente, siempre hay una historia oculta por descubrir que podría relatarse en diez páginas pero que prefiere dejarla en trescientas, y mientras tanto saca a relucir lo importante, la lengua, Shakespeare y miles de reflexiones existenciales de las que subrayo líneas y líneas y líneas.
Sin duda lo que más me gusta de la escritura de Marías es que me resulta fácil. Hay quien dice que su lectura es complicada, porque es verdad que parece que le cobren por poner punto y aparte y le incentiven por cada frase subordinada, de forma que sus frases son infinitamente largas. Pero tiene tal dominio del lenguaje, que sus oraciones se entonan solas, no hace falta buscar la principal, podría leerlo a toda pastilla si quisiera (que no quiero). Eso, sumado a que sus novelas tienen pocos personajes (odio que en un primer capítulo haya veinte personajes y ya no sepa quién es quién) y a que vuelve una y otra vez sobre ideas o reflexiones hechas anteriormente, me resulta comodísimo. No sé si es muy halagüeño que a uno lo piropeen con el adjetivo comodísimo pero yo sí lo estoy diciendo en el sentido más positivo de la palabra, porque eso me permite disfrutarlo tanto...
En definitiva, lo de siempre: Un protagonista, una relación de pareja y secretos por descubrir, un título sacado de Shakespeare y mucha reflexión. Ah, y algún capítulo erótico, esto creo que es nuevo. En cualquier caso, más de Marías, el que siempre me devuelve las ganas de leer.

Mira, el otro día pensaba pedirte opinión sobre él. Tengo ya curiosidad por leerme algún libro suyo, pero no sé cual. Una sugerencia, por favor??
ResponderEliminarLos libros que dejan huella durante meses (o años) son uno de los mayores placeres de la vida.
Me añado a esta propuesta...por donde empezamos?? :P
EliminarCorazón tan blanco. Pero luego no me vengan con reclamaciones jajaja.
EliminarY si os gusta, Úrsulinska y yo nos hacemos un viaje a Barcelona para comentarlo con un mojito... jajaja
EliminarNunca podré ir a Barcelona con Ursulinska y Anita, buaaaaa buaaaaa buaaaa (léase: llanto desconsolado)
EliminarPero puedo tomarme un mojito en la mesa de la lado? Prometo estar callada
Me voy a FNAC en 3, 2, ....... :P
EliminarEsta tarde lo compro!!!
EliminarYo creo que lo del viaje a Barcelona deberías hacerlo todas...para tener una discusión literaria en condiciones se necesitan todas las opiniones!! jajajajaja
Pero de verdad que me encanta la idea!!! :D
No diré que me apunto porque tengo libros por terminar ... :( y uno nuevo en la mira.
ResponderEliminarComparto tu gusto por Javier Marías, es su lenguaje lo que más me entusiasma. Te leo desde hace algún tiempo porque me resultas muy divertida.
ResponderEliminar¡Gracias! Últimamente me cuesta encontrar a gente que comparta conmigo esta visión... :)))
EliminarYo soy de las "no fans" de Marías. Me encantón 'Cuando fui mortal', me apestó 'Los enamoramientos', pero tengo que darle las gracias por descubrirme a Athos y los demás mosqueteros.
ResponderEliminarBesotes
Yo no podría haberlo dicho mejor. Siento exactamente lo mismo cuando leo sus novelas. Me resultan arrebatadoras las palabras y no me resultan difíciles de leer porque parece que las pienso yo.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar, cada vez me cuesta más encontrar a quien entienda mi percepción de la literatura de este auto y ¡¡¡a mí me cuesta tanto entender por qué todos no lo viven como yo!!! Me encanta.
EliminarHay mucha gente que me dice que no entiende como me gusta Marías, por pedante, pero es que es justo lo que tú comentas lo que me gusta de sus libros, y me doy cuenta de que no he leído este. Por cierto, la lectura de El callejón de los milagros me ha encantado, ahora es él costillo el que está deseando meterle mano.
ResponderEliminarOleeee, qué ilusión lo del Naghib Mahfuz!!! :) Y lo de Marías, qué decirte, la gente no nos comprende jejeje.
Eliminar