Querido Mateo:

Lo confieso. Hay un hombre que me quita el sueño.

Cuando era más joven, solía ser guapo y se llevaba a las chicas de calle, pero a mí, la verdad, nunca me hizo gracia. Nunca le presté demasiada atención y, cuando lo hice, fue simplemente para comentar lo creído y tonto que me parecía.

Sin embargo, últimamente, lo encuentro distinto y perturba mis pensamientos. Cada vez que lo veo paso dos días sin dormir y sólo puedo pensar en cómo se comporta, en cómo actúa.

Me da igual que sea un fugitivo de Arkansas con un acento muy raro; a mí me gusta.

Es capaz de seducirme aun siendo un broker neoyorkino rico, vicioso y sin escrúpulos.

Aunque, sin duda, como más me gusta es en plan macarra, fumando y estrujando latas de cerveza mientras cuenta sus aventuras detectivescas, básicamente porque sé que así voy a poder verlo cada semana. 

Te amo Mathew McConaughey y estoy deseando verte en el club de Dallas ese.