Taberna La Carmencita

Hace mucho mucho que quiero publicar esta entrada, ni más ni menos desde junio, cuando fue el cumpleaños del Bigotes y fuimos a celebrarlo aquí, en la taberna La Carmencita. ¿Os acordáis que os hablé de su vermut casero? Pues hoy traigo el resto.

La Carmencita está en el barrio madrileño de Chueca, concretamente en la calle Libertad, y es la segunda taberna más antigua de Madrid, abierta ni más ni menos en 1840 y reabierta con muy buen tino por dos empresarios santanderinos en abril de este mismo año.  Él me llevó porque sabía que me iba a encantar un sitio tan auténtico, pero para ambos fue una sorpresa porque comimos de maravilla.

La idea del negocio es recuperar la cocina tradicional dándole una nueva vuelta, utilizando productos exquisitos y cocinados por una mano que se intuye inmejorable. Al igual que las recetas tradicionales, también el local ha mantenido la estética antigua y castiza, las baldosas de las paredes de antaño, las vajillas de toda la vida pero evitando ese toque postizo que tienen tantas de ellas, ahora que están de moda.

No es un lugar barato, no es de menú del día, pero es un sitio ideal para ir con alguien y no fallar. Nosotros pedimos un entrante para compartir que fue delicioso, un salpicón de rape, mejillones, mango y aguacate (espectacular), y después tomamos un segundo cada uno: 'Hojaldre de La Reina, receta de finales del XIX con una crema de champiñones, riñones, hígado y mollejas ecológicos, flambeados con brandy' para el caballero y 'Cabrito lechal de Picos de Europa, a la cazuela, de Rafael de Bejes, un pastor del siglo XXI con premios a la biodiversidad' para la dama. No pudimos con el postre.

Salimos de allí encantadísimos y yo estoy deseando repetir, por eso os lo cuento. :)