Cosas que me aporta mercadillear

Ayer fue un día muy emocionante, a pesar de que cuando llegamos al mercadillo por la mañana nos pareció que andaba más flojo que nunca y que tenemos que experimentar lo de la venta en otros lugares.

Había pocos puestos y no muchos que me pareciesen interesantes, pero eso se suplió con la buena afluencia de público y con que nosotros estábamos muy contentos con nuestra selección. ¡Creo que nos quedó bastante bien!

Me (nos) gusta vender en mercadillos. Me gusta porque hago hueco en casa para nuevas prendas que preveo serán estupendísimas, porque paso un domingo divertido ganando dinero en lugar de gastarlo, porque lo paso genial con el Bigotes seleccionando lo que vamos a llevar y sacando brillo a los zapatos, porque tenemos fans que vienen por nosotros o que nos visitan siempre y que ya son casi amigos, porque hace que conozcamos a un montón de gente y porque al final es un gusto descubrir que Irene es manchega o que una lectora como Ana te diga que se lo pasa pipa leyendo tu blog.

Además, y aunque sobran los motivos, tengo otro: porque vender mis cosas me permite redescubrirlas.

Ayer, una chica con boyfriend jeans se probó estos zapatos de Zara pero tan Valentino y vi que le quedaban suuuúper bien!!! No se los llevó, y luego deseé todo el día no venderlos y poder ponérmelos hoy con la misma combinación que ella. Y dicho y hecho. :))))