Aunque hoy ya estoy desayunando cuatrocientos croissants al otro lado de la no-frontera, ayer estuve con Dalí en su pueblo.

Aunque al principio da pereza hacer la interminable cola

uno sabe que merecerá la pena en cuanto divisa la fachada,

¡y se espera con gusto!

No sólo hay en Figueres algunos cuadros de esos que me encantan (otros me faltaron),

y muchas obras maestras

también hay infinitas ilusiones ópticas como el maravilloso retratode Mae West

un montón de elementos que uno (yo) se llevaría para casa, como esta cajonera tan discreta,

y multitud de ideas originales que apetece al menos intentar copiar.

Y, eso sí. Vi en el Museo Dalí una cosa que sobresalía por surrealista entre el surrealismo y tuve que hacerle una foto para que me creyérais...¿¿??!!

¡Ostras! Menuda cola. Nunca he estado, aunque Dalí no me apasiona, la verdad.
ResponderEliminarEl sofá, el sofá-labios Russian Red. Me lo llevaba yo a casita para ver pelis y hacer siesta. Y otras cosas si se quiere.
ResponderEliminarRecomendación si tenéis tiempo. Los otros aposentos surrealistas de Dalí. El castillo de Púbol y la casa de Port-Lligat.
Que recuerdos de cuando estuve yo hace muchos años¡¡¡ imagino que algunos cuadros estaran en la exposición de Madrid, pero igualmente es un museo que me gusto mucho. Me encanta como te queda ese mono, estas encantadora¡¡¡ Besos Sagrario
ResponderEliminarFue uno de los primeros viajes con el franchute, a los dos nos pillaba bien... Y del museo sigo teniendo unos labios rojos de espuma de los del retrato de Mae West. Disfrutad!!
ResponderEliminarDalí es genial. Nosotros hicimos una parada técnica en Madrid para visitar el Reina Sofía durante las vacances. Disfruta de las tuyas
ResponderEliminarDesde luego la cola es siempre interminable, pero merece la pena.
ResponderEliminarDisfrutad.
Besos
Yo también esperaría. Me parece una monada tu mono. Qué bien te queda nena!
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