Estos últimos días, desde que ocurrió la tragedia ferroviaria en Santiago de Compostela, he pensado mucho en vosotros, mis lectores, en mi cibervida y en las redes sociales. Yo soy un maquinista más y creo que por ese motivo me ha dado tanta pena ese señor, al que yo veo como otra víctima de ese accidente que, al parecer y por desgracia, él tuvo la mala suerte de provocar.
Muchas veces me habéis visto contar aventurillas de trabajo, coñas marineras y compartir disfrutes y juergas varias que me corro en mi horario laboral. Porque esto es un blog y no una inspección de trabajo, y porque no viene a cuento, aunque también podría contarlo, que a falta de dos funcionarios (recortes, you know!) y a costa de echarle mucho interés, muchas ganas y muchas horas hemos presentado este trimestre una estadística judicial inmejorable y hasta el ilustrísimo señor magistrado juez ha salido de su despacho para felicitarnos por ser tan competentes y trabajadores.
Pero eso no es interesante aquí, y en cambio sí cuento que mi compañera Mari Pili, entre diligencia y diligencia, me ha comentado tal o que entre todos hemos hecho un pedido de pascual; que me he puesto una peluca al entrar por la mañana para hacerles reir o que hacemos una cata de galletas en horas de trabajo y montamos un jolgorio en lugar de salir a desayunar.
Eso mismo es lo que le ha pasado al maquinista.
Él comentó en su facebook hace un año que iba a 200 kilómetros por hora, algo inherente a su trabajo y que le mola, algo que resulta divertido, algo curioso para los que no podemos superar la velocidad de 120 y en esa conversación sus amigos se chotean de que le va a pillar la Guardia Civil. Y él interviene con algo así como...
¿Te imaginas, hacer saltar los radares y adelantar a la Guardia Civil? Total, multarían a Renfe... Jajajaj.
No es entrecomillado porque no es literal, pero algo muy similar escribió el señor maquinista.
Y llevo noches soñando cuántas veces yo he podido escribir un "¿Te imaginas que meto el expediente en el cajón de Guille y se le olvida sacar a ese preso de la cárcel? Jajaja."
Yo, que tengo cibervida y que me encantan las bromas, que disfruto con la ironía y la incorrección, y que sé que soy muy políticamente incorrecta. Que vivo muy tranquila porque no dejo de ser una trabajadora ejemplar a pesar de tener amigos y sentido del humor, a pesar de disfrutar trabajando, y que considero que todo ello no tiene nada que ver con lo competente que uno sea.
Pero entonces pienso en todos los anónimos joputas que me han acusado de no trabajar, de reirme de todos los españoles y de perder mi tiempo y su dinero y me doy cuenta de que todo se puede malinterpretar. Y eso mismo le ha pasado al maquinista.
Al maquinista le han hecho un anónimojoputa todos esos titulares que le han acusado de "jactarse" de ir a 200 (que es, justamente, la velocidad a la que tiene que ir).
La diferencia entre él y yo es que él un día cometió un error fatal que causó muchas muertes y que habrá que determinar si es por ello el responsable penal. Pero mientras tanto sólo ha sido una blogger ante el mundo y yo sólo puedo pensar que si algún día tuviera que responder penalmente ante mi ciberaudiencia estaría decapitada en la plaza mayor mucho antes de poder decir siquiera una palabra.
La foto no tiene nada que ver, sólo muestra que hoy escribo esto ataviada con un vestido de nochevieja de años ha y un jersey de un skijama de talla ocho años. Y ya.

Yo no soy blogger, pero suscribo todas y cada una de tus palabras.
ResponderEliminarYaiza
Eso mismito le explicaba yo a mi Sr.Patata...
ResponderEliminarotra funcionaria que suscribe todo lo que dices, no importa cuánto nos esforcemos, ni que mantengamos los servicios operativos con nuestra buena voluntad, siempre está ese comentario de barra de bar de lo vagos e incompetentes que somos.
ResponderEliminarY yo también tengo lástima de ese maquinista. Un error humano lo comete un piloto de avión o un controlador, y es una estadística. A este pobre, como es un pringao, lo van a crujir. Injusto. Sobre todo, es injusto que no te pongan los medios para hacer tu trabajo con seguridad y luego te culpen de todo.
besos funcionariales.
Yo no soy funcionaria, pero por supuesto, cometo errores como todo el mundo. No suelo comentarte, pero creo que tu post es de lo poco razonable que se puede leer respecto a este tema. Qué fácil es condenar sin tener pruebas, qué fácil resulta encontrar un culpable...
ResponderEliminarA mí madre le dije lo mismo que tú, es más, fue un programa de televisión (el de la magnífica AR ¬¬) los que daban a entender que iba a 200 y que fue su imprudencia sin que hubiese una investigación previa. Así es la vida, unos se lavan las manos y la culpa siempre es de los de abajo...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo que dices...todo el mundo hace comentarios que sacados de contexto puedan ser lo peor del mundo...a este pobre señor le han convertido en la cabeza de turco porque hay mucho dinero en juego...y eso sí que es triste!!! y eso no lo dice nadie!!! es una poca vergüenza de país lo que tenemos!!!
ResponderEliminarVaya reflexión más profunda que te has marcado... No lo había pensado así. A mí también me da pena ese hombre, porque en nuestro trabajo nos podemos equivocar cualquiera, y tenemos la manía de buscar siempre a alguien sobre el que hacer recaer todas las culpas. Pensándolo un poco, me pasaría lo mismo, porque ya sabes que en el blog hablo básicamente de trabajo, de lo que hago o dejo de hacer, y no tengo pelos en la lengua. Si alguna vez las cosas vienen mal dadas, hay testimonios por escrito de lo que pensé y lo que dije. Pero eso no significa que no cumpla con mi horario, con mi trabajo, con mis obligaciones, aunque a veces despotrique de todo lo que hago y de los alumnos y de los padres.
ResponderEliminarUff. Me has dejado fatal.
Besos. Y ya me contarás de ese libro que te tiene enganchada, que te he visto en instagram.
Tienes razón. Se va a cargar el toda la culpa cuando hay decisiones técnicas y políticas que se tenían que haber tomado para que -según parece- la seguridad en ese tramo fuera mayor; una imprudencia, despite, un ataque al corazón, un desmayo...cualquier cosa puede pasar. Lo que habrá que ver es si esos responsables de despacho hacen algo más que quitarse responsabilidades.
ResponderEliminarLo que decimos en internet ahí queda y, lamentablemente como ya te ha pasado a tí en algún comentario, la gente no se da cuenta que detrás hay un día a día en el que trabajas y además muy bien.
Besos y enhorabuena por la entrada y por la estadística presentada.
Totalmente de acuerdo
ResponderEliminarLaia
Es increible que antes de abrir siquiera las cajas negras, los medios ya lo hayan condenado. El otro día veía una tertulia sobre el tema y todos los presentes eran periodistas parlamentarios, por lo que no tienen ni idea de infraestructuras ferroviarias... y ala!!!! todos opinando.
ResponderEliminarEn fin, que desgraciadamente, esto recuerda mucho al accidente de metro de Valencia, la culpa del más tonto. Esperemos que este señor pueda defenderse, el de Valencia ni siquiera pudo contarlo.
Y en el caso de que fuese un error suyo, que la justicia haga justicia y dejémoslo en paz que en el pecado lleva la penitencia y su vida suma a la larga lista de vidas rotas.
Un besazo y que pases buena semana, Susana
Yo también comenté lo mismo cuando informaron sobre su facebook y los 200 km por hora. Y sí aquí somos de condenar y luego preguntar e investigar, y por supuesto de no pedir perdón si nos hemos equivocado.
ResponderEliminarHa sido una reflexión magnífica.
Un beso grande.
Sí a todo. Besos mil!
ResponderEliminarTienes toda la razón! a mi también me da mucha pena! y no creo q sea tan culpable como lo quieren poner!.
ResponderEliminarNeli
Amén a todo!
ResponderEliminarMe da mucha pena el linchamiento público al que se está sometiendo al hombre al que por supuesto todo el mundo da ya por culpable (sin investigación previa, ahora somos todos ingenieros de caminos).
Y enhorabuena por esa estadística. Con los recortes de sueldo y de ganas de este año me parece que es para ir con la cabeza muuuuuy alta.
Eva
Suscribo tu punto de vista, pero como todo es susceptible de interpretaciones, yo no dejo de ponerme en el lugar de los muertos, de sus familias, de la gente que ha perdido la visión, una mano o lo que le haya tocado, e independientemente de las responsabilidades de los de arriba, que día a día nos demuestran lo que son , si él en ese tramo debe conducir a 80, que conduzca a 80, que transporta personas!!!Respecto a los funcionarios, algunos se han ganado su fama a pulso, lástima que como siempre pasa con este tipo de aseveraciones, nos metan a todos en el mismo saco.C.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, y no porque seas blogger, ni ambos tengáis cibervida, sino porque un error de este tipo (el del accidente de Santiago, o como cuando comentabas que podéis dejar a una preso en la cárcel) creo que no depende de solo el despiste de una persona. En la mayoría de los trabajos, es en cadena, en grupo, siempre hay alguien por encima que supervisa, y alguien por debajo al que echar todo lo malo
ResponderEliminares muy penoso lo que paso, pero se han puesto que si al maquinista por x motivo en vez de andar a la velocidad no permitida le hubiera dado un ataque de epilepsia o al corazon, estarian juzgandolo? porque creen que en lo aviones hay dos pilotos, porque nesesitan conversar y no sentirse solos? NO! existen dos pilotos porque si unos se accidenta el otro puede manejar el avion, expreso mi molestia porque en estos trenes de lata velocidad deberian existir dos maquinistas por el resguardo de ustedes, y la empresa se lava las manos diciendo que no es culpa suya, creo que aqui todo control no funciono y que la empresa deberia tener mejores medidas de segurodad para sus clientes. pobre de el que de el mismo nunca se podra escapar, saludos desde Chile y comparto su pena.
ResponderEliminarEn cabina van dos maquinistas. Lo que no sé es xq no se habla del otro en este caso.
EliminarCoquelicot
No. En la cabina iba uno. El otro había ido de maquinista hasta Orense y allí le había dado el relevo a su compañero, por lo que iba en el tren pero como viajero.
EliminarMuy bien Ana, eres una persona muy humsna, aunque suene raro decir eso, me ha gustado tu post de hoy, mucho!
ResponderEliminarBelén
hola!!
ResponderEliminarestoy totalmente de acuerdo contigo, yo también soy funcionaria y también hacemos comentarios de ese tipo y no es a mala idea o con una intención de hacer realmente lo que se dice, todo el mundo comentamos o gastamos una broma. Ah y es que la gente no sabe lo de ven mejor 4 ojos que 2?pues eso, que pongan más controles....un beso Anita!!
Desde Colombia y de corazón, tienes toda la razón.
ResponderEliminarCatalina.
Una pena...lo que falta es empatía...pero lo del accidente fue una gran pena por desgracia...Un besoo
ResponderEliminarPUFFFF!!la verdad es que dejé de oir todo lo del accidente hace días. La noche que ocurrió y la mañana siguiente leí sobre ello pero después dejé de oir, leer y opinar sobre él, y precisamente por eso que dices, porque de alguna manera me cuesta culpar (y oir que culpen) a una persona de todo esto. Bastante tendrá con tener que vivir con eso el resto de su vida.
ResponderEliminarNo somos conscientes de la otra cara de la vida 2.0.
Tu vestido de noche vieja antiguo y tu camiseta hacen un mix genial.
Bessis!!DE RAZA.
Me has dejado sin palabras. Estoy de acuerdo contigo, pero no. Complicado. Pensaré en ello. Besos.
ResponderEliminarCada día que pasa se ve más complejo el accidente de Santiago. Hoy hemos sabido que el maquinista recibió una llamada de teléfono inoportuna de Renfe, recordándole, no la curva mortal, sino el andén por el que debía entrar cuando llegase a Puentedeume, mucho después, lo que pudo ser la causa de que perdiese la noción del tramo en que se encontraba y no frenase a tiempo. Todo lo que da un vuelco a las anteriores versiones.
ResponderEliminarNo cabe duda de que lo que se escribe en internet como broma, si uno tiene la mala suerte de encontrarse en una situación como la del maquinista, sirve para que la opinión pública lo ajusticie.
Amén Anita,en este país empatía la justa!!Yo me pongo en el lugar de las dos partes y la cosa es complicada...una amiga iba en el tren que viajaba a esas horas en sentido contrario...todavía tenemos el susto en el cuerpo...
ResponderEliminarY cambiando de tema!nos tienes a dieta en cuanto a entradas!!será cosa del verano,no???En septiembre vuelves a jornada completa xfi??? ;)
Pues a mi tb me da mucha pena el hombre, bastante tiene el pobre, pero el mismo ha dicho que el error fue un despiste suyo y cuando uno tiene un tipo de trabajo los errores son fatales, como puede ser un conductor de autobus que debe de estar alerta a cualquier señal de velocidad, stop, etc, un medico que tb tiene la vida de personas en sus manos, o mismamente mi profesion, profesiones en las que tienes que estar muuuuy alerta....con esto que quiero decir? que no voy a caer en la tentacion de echar culpas politicas o institucionales, no tardaran en salir los de turno para sacar partido de todo esto, los errores humanos existen y no habra suficientes sistemas de seguridad para evitarlos, por desgracia.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo
ResponderEliminarJo Anita .
ResponderEliminarPensé lo mismo .
Sólo que a mi me podría pasar más fácilmente que a mucha otra gente por mi profesión .
Y pensé en la de cosas inconvenientes que se dicen en el cuarto de estar de las enfermeras , con la jerga hospitalaria dichas por profesionales como la copa de un pino y lo malinterpretadas que serían ...
Esta vida a veces es jodidisima
Pero ¿te escriben esos anónimos ?
ResponderEliminarYo flipo
Lo has clavao!!
ResponderEliminarBesotes.
¡Chapó!
ResponderEliminarmenuda sarta de sandeces has escrito pfff
ResponderEliminar¡Chapó!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo y tuve más de una tertulia en torno al pobre maquinista al cual el maldito infortunio le jodió la vida. Soy funcionaria aunque en actual excedencia trabajando para una multinacional y me encuentro ahora echando de menos a mis queridos co-funcionarios para nada a la bajura de la mala fama que les precede. Los trabajadores de multinacional ni tienen alma ni ná parecido a lo que un funcionario cumple incluso sin vocación y sin estar bajo presión.
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