Un viaje, una despedida y una falda de cinco euros quitapenas

Mañana vuelo a África por enésima vez en mucho tiempo y por última vez en no se sabe cuánto. Y la cosa es que, en contra de lo que pueda parecer y aunque el cambio sea a mejor, estoy triste.

Estoy triste porque cuando hace dos años me fui, no me fui, me voy ahora. Y porque, cuando Chema me regaló aquellos molletes, de alguna forma yo ya sabía que aún iba a desayunar esos molletes muchas veces más. Pero ya no. Ahora me voy de verdad.

Durante todo este tiempo, aunque he estado en Madrid, Melilla en cierto modo me ha pertenecido. Allí he tenido mis amigos y mis cosas y mis bares y mis sitios...tenía mi casa. Y ya no lo voy a tener. Y ahora es cuando de verdad empieza una etapa nueva. Y ya sé que es para mejor, pero es que hasta ahora yo ya estaba muy bien. Y los cambios, cuando uno ya está muy bien, dan cierto respeto.

 Y sí, la falda es la nueva y en la media no hay una mancha, es que tengo un moratón, gggg. :)