Todo para que Nuria no se lo pierda

Ayer la señora Miss Singluten me comentó que no le gusta que publique por la tarde porque no se entera de las entradas, así que hoy he decidido hacerla feliz y sacrificar mi café de bar para tomármelo de la máquina y frente al ordenador. Así os puedo contar lo primero acontecido en el día de hoy en una oficina muy bien avenida...

E., con la que fui de brunch, rebajas y vinos el lunes, ha traído una bolsa de Zara con un par de cosas para pasar a devolver a la salida del trabajo. La cosa es que las tiendas en estos tiempos están atestadas y, pudiendo devolverlo sin problema, sale más a cuenta probártelo en casa que hacer una cola interminable.

El jersey era éste y es monérrimo.

Ella iba a devolverlo, pero M. ha exigido que se lo probara, porque es monísimo y no podía ser que no le quedase.

Se lo ha probado.

Pase de modelos. Opiniones.

Conclusión general: un poco corto de mangas. No le da el aire que parecía. No es lo que mejor le queda. Vale, devuélvelo.

- Mira, te debería quedar así.

Anita se lo prueba.

- Ah, sí, así sí.

Pero Anita tiene más jerseys grandes de los que se pone.

...

Aparece E., delgadérrima, con piernas palillo, pitillos siempre on, y sin tiempo de ir de compras.

- Voy a probármelo y, si me gusta, me lo quedo.

Tercera persona con el jersey puesto esta mañana. Sus señorías ilustrísimas paseándose por aquí y nosotras cambiando de ropa cual normaduval.

Elena se lo ha quedado. Aún no eran las nueve y ya había ido de compras sin mover un dedo.

Y es que está claro: la oficina que compra unida permanece unida. :)