Después de una temporada de pruebas, puedo confirmar que mi horno es maravilloso. No sólo es bonito, sino que es lo suficientemente grande como para hacer galletas o cupcakes, pero tan pequeño que se puede precalentar en dos minutos (literales). Me parece un invento sensacional.
Y como últimamente paso el día fuera de casa y sólo como cualquier cosa hasta las seis, a estas horas estoy canina y hay veces que, en lugar de merendar, me apetece un platazo al horno... Y en ello estoy. :)

Vaya luz más maravillosa que tienes en esa cocina... O es un efecto? Es que aquí ha estado el día triste y oscuro...
ResponderEliminarMi horno es uno de los electrodomésticos que más uso (el que más es la lavadora, brrrrrr)y me encanta cocinar con él.
Besos.
Aquí el día está helador pero gris, no. Supongo que si la ves bien iluminada es por la cámara, estoy loquísima con ella! :))))
EliminarSe me enamora el alma con el estampado de tu vestido!
ResponderEliminarBeso*
Bonito vestido! ¿Qué es el plato?
ResponderEliminarTambién cenaría a las 6 de la tarde y merendaría a las 9,30. Hoy mi suegra me ha enviado magdalenas de chocolate :)
ResponderEliminar¡¿Patatitas al horno!? Dí que sí, hay que cuidarse y alimentarse en condiciones, y con un horno eso siempre es fácil.
ResponderEliminarBesos
nada como un plato al horno, tiene otro toque y da gusto ponerlo con este frío!!, y estás monísima con ese vestidito florecillas!
ResponderEliminarbesos & asados
¡No sin mi horno!
ResponderEliminarMe encanta el vestido!
ResponderEliminarNo hay mayor placer que encender el horno en invierno... Me gusta tu vestido ...
ResponderEliminarOoh!! Un hurra por el horno y otro por el vestido, que me encanta!!
ResponderEliminarme encanta el vestido! aunque esta entrada tb se merecía una foto a tu amado horno.
ResponderEliminarbuen finde!
Ese vestido me trae loca, nena.
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