Mamá, llévame a burriquín

Hace días que no os hablo de mis compis de trabajo, y es que también hace tiempo que no hacemos chorradas de esas que nos gustan. La causa es, supongo, las vacaciones de verano, que una de las más tremendas está de excedencia, y la falta de pasta. ¡Ni pedidos conjuntos hacemos ya!

Pero bueno. Os adelanto que el frotar se va a acabar. En cuanto se gasten las pastitas morunas que tenemos por allí y empiece a llevar repostería casera y amagos creativos varios, reinauguramos la fiesta.

Ya lo he dicho otras veces, pero no sólo soy yo la que aporta mucho al asunto. Para que veáis qué majos son, os contaré que ayer mi compañero A. comió en el Burger King y, aprovechando esa promoción de por un euro más te regalamos una taza, me trajo un regalo. ¿Pero habéis visto qué cosa más retro? ¡Me encanta!

Total, que acabo de estrenarla y me dispongo a ir a trabajar volando, dispuesta a portarme muy bien a ver si con un poco de suerte alguien me regala las otras tres de la colección, jajaja.

¡Buenos días!