Sábado 9:30 a.m.

No todos los días son iguales y tampoco todos una se siente igual. Yo este fin de semana me he quedado en Madrid y aquí estoy bastante sola, aunque normalmente no pare y, por tanto, no me dé ni cuenta. Como es habitual en mí, he amanecido muy temprano, justo a la hora en la que me suena el despertador cada día y, aunque he hecho lo posible por dormir una hora más, no ha podido ser. 

Me he levantado, me he preparado un café y un trozo de tarta de manzana de la que hice ayer y que está riquísima, y voy a ver un capítulo de Mad Men hasta que pongan las calles.

A continuación, me pregunto qué haré hoy, aunque gracias a Dior en Madrid esta sensación es mucho más llevadera que en África, pues aquí hay de todo. Tengo que llevar a correos un swap que tengo preparado hace una semana, se me ocurre visitar Primark a ver qué se cuece y es probable que hoy me presente sola en el Expotarta. Quiero comprarme libros, que estamos en la fecha, y no descarto que mi iPad y yo nos tomemos un Frapuccino mocca blanco en un Starbucks. 

Al pobre de Mr. Mus. ya le he despertado, como los críos cuando se meten en tu cama a las siete de la mañana y te joden la mañana del sábado, pero en versión telefónica. Ahora vengo a saludaros a vosotros y sigo con lo mío. Pasad un buen día, yo intentaré hacer lo mismo! ;)